domingo, 13 de abril de 2008

La Envidia

Uno de los sentimentos mas destructivos del ser humano es la envidia. La persona que siente envidia de los demás es una persona que sufre, que se siente menos y que, por lo general, no es feliz con lo que ha logrado.
Es considerada como uno de los problemas emocionales más frecuentes y se define como la tristeza por el bien ajeno; un sentimiento desagradable que se produce al percibir en otro algo que se desea y que dificulta el desarrollo del que lo sufre y sus relaciones con los demás.
Al sentir envidia se mezclan emociones de naturaleza contradictoria, como por ejemplo, el deseo de tener lo que el otro tiene, la admiración por lo que otro ha conseguido, el dolor por no tenerlo, la indignación por considerar injusta la diferencia que se observa o la incertidumbre por no entender a que se deben las diferencias que producen la envidia.
La envidia se produce como consecuencia de dos tendencias que llevan al individuo a desear lo que no tiene y a compararse con los demás.
La naturaleza destructiva de la envidia, que permite diferenciarla de la envidia sana, se refleja en que la primera origina malestar emocional; sentimiento que en lugar de ayudarle a conseguir lo que envidia, se lo dificulta.
El envidioso es incapaz de ponerse en el lugar del envidiado, para poder comprender su situación, o de sentir empatía hacia él. Esto último significa tratar de sentir lo que siente el otro. Y es la base de la comprensión y de la solidaridad.
La envidia origina una serie de reacciones negativas que pueden hacer que el envidiosose aisle de los demás o tenga serias dificultades para relacionarse adecuadamente con ellos. La envidia se produce casi siempre hacia personas muy cercanas, esto es, dentro de un nuecleo familiar, laboral o grupos y comunidades en las que se participe estrechamente y exista la posibilidad de sobresalir entre los demás.
Entre los valores mas envidiados suelen encontrarse el prestigio, el reconocimiento, el estatuso ocupacional, el dinero, el poder o los símbolos y las posesiones materiales.
Para que en lugar de producirse envidia surja admiración, es necesario que las cualidades que se observan en el otro no representen una amenaza para la propia valoración. Aún así, cuando se envidia algo similar a lo que poseemos es signo de debilidad y de incapacidad por parte del que envidia.
En los ambientes en los que existe una fuerte tendencia a evaluar el rendimiento de forma individualista y competutuva hay mas riesgo de suscitar envidia.
EXITO Y FRACASO
La envidia se produce con frecuencia en situaciones en las que se compara el propio éxito o fracaso con el que obtienen los iguales.
Para prevenir la envidia y mejorar la capacidad de adaptación conviene aprender a valorar con presición la propia competencia, sin menospreciarse y sobrevalorarse.
Conviena aprender a definir los fracasos como dificultades a resolver, analizando qué se puede cambiar para mejorar los resultados obtenidos y aprendiendo a valorar cualquier progreso por pequeño que sea.
El optimismo puede ayudar a prevenir importantes problemas emocionales.

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